La modularidad es el grado de flexibilidad y variedad de funcionamiento de la capacidad de separar y reunir unidades en un sistema La modularidad puede tener distintos significados según la disciplina, como la biología, el diseño, la cultura, la moda o la tecnología, en la que se encuentre. En este artículo examinaremos el lugar que ocupa la modularidad en el diseño y la arquitectura de interiores. Los diseños modulares ofrecen las ventajas de la facilidad de uso y la personalización según el usuario/lugar/condiciones. Los diseños modulares se componen de módulos, y cada módulo sirve para posibles escenarios de uso. Por un lado, se trata de un movimiento de ahorro económico contra el consumo excesivo y un caso de beneficio para el usuario, mientras que por otro lado, es una preocupación funcional, estética y de diseño holístico. La modularidad proporciona un lenguaje de diseño impecable cuando se trata como una preocupación de diseño. Porque los módulos se desarrollan a través de un único prototipo. En otras palabras, los componentes y los componentes son versiones de cada uno en el enfoque differente. Por ejemplo, casi todos los componentes de las marcas de diseño modular como "Ikea", "Floyd", "Loose Parts" en la misma colección son un complemento entre sí. Los módulos complementarios se unen en el marco de ciertas reglas y hacen del sistema un todo que puede evolucionar y cambiar constantemente. Esta variedad modular ofrece a las marcas más oportunidades de comercialización a un público más amplio, y a los diseñadores una cartera ilimitada. Si examinamos la modularidad como un movimiento de ahorro económico contra el consumo excesivo y un fenómeno en beneficio del usuario, vemos que los diseños modulares están a la vanguardia tanto por su funcionalidad como por su relativa affabilidad. Porque los módulos pueden tener funciones completamente differentes o varios complementos cambiando el lugar y/o la forma de los módulos en los diseños. De este modo, los usuarios pueden adaptar libremente sus productos a sus necesidades o gustos personales. Todo esto conduce a la sistematización, la flexibilidad de uso y la diversidad a favor del usuario para adquirir menos y tanto como sea necesario. Por lo tanto, los usuarios no consumen en exceso. Por poner un ejemplo para explicarlo mejor, un usuario que ha comprado 3 módulos para el cuarto de la ropa de un sistema de armarios modulares puede ampliar sus módulos en lugar de comprar un armario nuevo si empieza a necesitar más espacio para la ropa después de un tiempo. O, si el mismo usuario tiene un espacio más limitado/ya no necesita el producto, puede utilizar uno o más módulos asignándoles otra función, en lugar de tirarlos a la basura. Resumiendo todos los puntos que hemos mencionado, la modularidad proporciona varias ventajas en el campo del diseño, tanto para el fabricante como para el usuario. Anima al fabricante a realizar producciones holísticas con una línea de diseño específica y permite a las marcas llegar a un público más amplio gracias a la variedad que aporta la modularidad. Libera a los consumidores en cuanto al uso del producto. Pero al hacerlo, lleva a los usuarios a ahorrar con ventajas de uso flexible. Artículo escrito por Esra Burhan, responsable de diseño en TECE.